Oscarcito, quiero dejar de hacer las «recaudaciones».
– Pero licenciado Baratta mientras se lleve algo…
– No, Oscarcito, yo puchereo nomás… el doctor Kirchner las quiere todas para él y pregunta: ¿No hay más?.
Así dialogaron el 23 de julio del 2010 el remisero Oscar Centeno y el entonces secretario de Coordinación de Planificación, Roberto Baratta, luego de la entrega de una “recaudación” de coimas en la residencia de Olivos entre miembros de «el club de la obra pública».
Las entregas se hacían al principio en “puntos fijos”, como estacionamientos, estaciones de servicio o búnkeres, pero luego de un confuso seguimiento por parte de un auto conducido por desconocidos del Toyota Corolla que manejaba Centeno llevando las coimas, el 22 de octubre del 2015, se empezó a pagar en el ministerio de Planificación. Desde entonces, los empresarios debían ir al estacionamiento privado de Planificación y subir directamente al despacho de Baratta. Así está contado en la acusación que el juez Claudio Bonadio leyó el jueves a los empresarios y ex funcionarios detenidos y a la que tuvo acceso Clarín.
Desde los “puntos fijos”, donde se recibía la plata en dólares y se las colocaba en bolsitas de plástico, bolsos y valijas para entregarle a Néstor y Cristina en el departamento de la calle Uruguay 1306 (que tiene dos entradas) o en la residencia de Olivos. El auto de Centeno generalmente era acompañado por otro auto de estos allegados al ex ministro de Planificación Julio De Vido para que el ex militar “no hiciera cosas raras” con la plata en efectivo. Bonadio estimó que estos empresarios detenidos pagaron, por lo menos, 35 millones de dólares aunque el fiscal Carlos Stornelli estima que le cifra llegaría a 160 millones.
El juez consideró que este “delivery” de coimas tenía, por lo menos, 11 puntos para la entrega segura, entre ellos tres departamentos, ubicados en Ugarteche 3260, Callao 1290 y Scalabrini Ortiz 3358, que eran búnkeres de los K para guardar plata en circulación antes de enviarla a testaferros o cuevas financieras para sacarlas al país, etapa que está en plena investigación y que se vincula con otras causas judiciales. Una de ellas son los 65 millones de dólares en propiedades y cuentas que el ex secretario privado Daniel Muñoz sacó a Miami y ayer adelantó Clarín.
El remisero Oscar Centeno llega al juzgado a declarar junto al fiscal Stornelli
Pero el “delivery” tuvo en estos 7 años narrados por Centeno algunos tropiezos. Por ejemplo, en junio de 2009 el entonces subsecretario de Obras Urbanística Germán Nivello se confundió la estación de servicio YPF de avenida de Libertador con la Esso y tuvo que ir con una mochila con 1.250.000 dólares directamente a la oficina de Baratta.
El método más cercano al de una película de espías era el que usaba Javier Sanchez Caballero, ex gerente de IECSA cuando la empresa era del primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra. En julio del 2015 -cuando ya había muerto Néstor hacía 5 años y gobernaba Cristina- convocaba a Baratta que llegaba con Centenoal estacionamiento subterráneo del hotel Hilton de Puerto Madero donde entregó una “bolsa con 1.250.000 dólares” que fue puesta en el baúl del Toyota Corolla. Otro afecto a los subsuelos era Francisco Valenti de industrias Pescarmona, quien entregó en enero del 2010 a Baratta 200 mil dólares y una caja de vino Lagarde en el estacionamiento del hotel Feirst Park, ubicado en Esmeralda 1366 de la Recoleta.
Una de las entregas “más pesadas” fue en el búnker de Callao 1175 donde Nelson Lazarte, el secretario privado de Baratta, entregó“una valija con 4 millones de dólares” más papeles de obras públicas del “Comahue”, señaló el juez en su resolución donde se citan informes de las empresas telefónicas que contienen cruces de llamadas que avalan varios de estos pagos secretos, entre otras pruebas leídas a los detenidos. Además, los 14 autos requisados por la Policía Federal coinciden en los números de chapa de los autos escritos por Centeno. Aunque si de pesos se trata la empresa española Isolux -que construyó la central eléctrica sin termina de Río Turbio- entregó “una valija de 40 kilos” con 6 millones de dólares. En junio de 2015, hubo otra entrega en la estación de servicio de YPF de la avenida Libertador de 4.500.000 por las obras del “Comahue”. Entonces, Baratta entró a la residencia de Olivos manejando el Corolla de Centeno “para hacerle la entrega en mano a Néstor”.
En este “delivery”, que la memoria del ex sargento de Arsenales del Ejército dejó en los ocho cuadernos, incluso hay mensajes en código. Por ejemplo, el presidente de Albanesi, Armando Olson, le entregó un bolso con 300 mil dólares a una persona llamada “Marcelo” -que aún no se identificó como a otros- y mandó a decir:“Decile a Baratta que ya alquilo otra máquina para el trabajo…”,como señalando supuestamente que estaba dispuesto a pagar más por otro contrato público, explicó una fuente judicial.
Con el presidente de BTU, Carlos Mundin, quien hasta hace unas semana se indignaba ante periodistas por haber sido nombrado en una denuncia por supuesta corrupción en la construcción de los gasoductos en Santa Cruz que reveló Clarín, los pagos se acordaban en el restaurante “Croque Madane” de la Recoleta e incluso con la presencia de Santiago De Vido, uno de los hijos del ex superministro y de otro desconocido de “nombre Flavio”.
Otros de los pagos vino de parte de Goycoechea, otra vez el ex ejecutivo de Isolux, en una oficina de Puerto Madero. “El 5 de septiembre del 2013 Lazarte y Hugo Martín Larraburu reitera dinero para luego llevárselo a Juan Manuel Abal Medina por indicación de Cristina Elisabet Fernández”.
Uno de los pagos que se hizo fuera del circuito, siempre según la resolución del juez, fue cuando Claudio Glazman (ex director suplente de la Sociedad Latinoamericana de Inversiones) quien entregó 250 mil dólares en la calle “Emma de la Barra 353 de La Plata” y esa misma noche Hernán Gómez, otro funcionario de Planificación, le llevó el dinero a Baratta en Buenos Aires. El otro punto de encuentro fue, por lo menos, en un lugar hermoso, Glazman le dio un bolso con dinero a Gomez en el subsuelo del estacionamiento de las galerías Pacífico.