El móvil policial que trasladó a Cristian «Pity» Álvarez (46) salió a las 12.40 de la comisaría 52 de Lugano para llegar hasta la Unidad 28 de los Tribunales de Talcahuano al 600, donde quedará alojado el músico a la espera de su declaración ante el juez Martín Yadarola, del juzgado de Instrucción Criminal y Correccional N° 4.
Al líder de «Intoxicados» se lo acusa de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» por el crimen de Cristian Díaz (36), un vecino del barrio Samoré al que, según la declaración de «Pity» al llegar a la comisaría, mató de cuatro balazos la madrugada del jueves.
«Lo maté porque era él o yo». Con esa frase descarnada ante los medios que lo esperaban en la comisaría 52, el músico se presentó ante la Policía para entregarse antes del amanecer de este viernes.
«Yo disparé, sino me iba a matar él: cualquiera en mi barrio haría lo mismo», agregó Álvarez, quien contó que pasó las horas posteriores al crimen -y luego de ir a un boliche de Ramos Mejía- «en casa de unos amigos».
El cantante fue señalado por al menos tres testigos, quienes declararon que tras una discusión mató a balazos a Cristian Maximiliano Díaz (36) en el barrio Samoré de Villa Lugano.
Luego del violento hecho, el músico fue a Pinar de Rocha, un local bailable de Ramos Mejía donde brindaba un show Ulises Bueno, supuestamente en busca de algún contacto que lo ayude a fugarse.
Horas después del crimen, tras una visita a la casa de su novia, había decidió entregarse. Pero mientras se dirigía en auto hacia la comisaría, se arrepintió, se bajó del auto del padrastro de su pareja y se mantuvo escondido hasta la madrugada de este viernes, cuando finalmente se entregó.
El principio del final
Tras una jornada donde lo único que parecía estar confirmado era el crimen de un hombre de 36 años en barrio Samoré de Villa Lugano, y que el líder de «Intoxicados» y «Viejas Locas» era el principal sospechoso del hecho, una declaración cerró el jueves con datos contundentes.
La novia de «Pity» Álvarez, bajo juramento, dijo que el músico fue el autor del crimen, lo cual es un elemento clave en el caso ya que ratifica los dichos del primer testigo.
La chica (25) aseguró también que «Pity» había ido hasta el boliche Pinar de Rocha, en Ramos Mejía, luego del asesinato.
El secretario de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, había anticipado durante la noche del jueves que en las «próximas horas» habría novedades sobre el paradero del músico.
Asimismo, D’Alessandro confirmó que la víctima recibió tres disparos en el rostro, uno en el pecho y un quinto disparo que no llegó a impactar en el cuerpo.
Cristian «Pity» Álvarez en la comisaría 52 de Villa Lugano, luego de entregarse por haber matado un hombre.
Como hipótesis del motor del crimen, esbozó la posibilidad de que el hombre asesinado le habría tirado previamente «un cabezazo» al músico. Otra versión es que ya se conocían y que hubo un «ajuste de cuentas».
Respecto a la escena del crimen, el funcionario dijo que tras el hecho, «Pity» se habría subido al auto, hizo unos metros, frenó, levantó una alcantarilla y «descartó» el arma. «Luego emprenden la fuga y se van al boliche de Ramos Mejía», agregó.
Cristian «Pity» Álvarez llega a la comisaría 52 de Villa Lugano y confiesa: «Yo lo maté». Rolando Andrade.
El vehículo que utilizó para escapar fue hallado en las últimas horas del jueves a metros de Pinar de Rocha. Dentro del auto se encontró el título del rodado, un boleto de compra-venta, una cédula verde de una moto Yamaha XTZ, tres celulares, 16.400 dólares, jeringas hipodérmicas (varias utilizadas), envoltorios de pasta base, dos “pipas” para estupefacientes, cuatro discos rígidos, una munición calibre 45, un casette VHS, su pasaporte y varias fotos con amigos.