La demanda de profesionales con vocación de enfermeros ha llegado a un punto crítico en los hospitales, clínicas y centros de salud de toda Argentina. Por esta razón, desde el Gobierno de la Nación lanzaron un plan de becas para incentivar su estudio. Los aportes serán incrementados a medida que avance en la carrera y cumplan con requisitos mínimos de promocionalidad de materias y asistencias a clases.
La modalidad de acceso es a través del conocido y probado sistema PROGRESAR, que permite que miles de estudiantes de todo el país inicien sus estudios terciarios y universitarios. Esto permite un control más detallado de la evolución académica y un seguimiento de los fondos que mes a mes son debitados en las cuentas personales de los becados.
El fin que persigue es el de “habilitar el acceso, permanencia y promoción en la esfera de la educación superior de estudiantes de la carrera de enfermería que cuenten con escasos recursos económicos, promoviendo la equidad e igualdad de oportunidades”, según consta en la resolución emanada desde el Ministerio de Educación de la Nación.
Los montos se ajustan de acuerdo a la etapa de la carrera en la que se encuentres los beneficiarios. Quienes estén cursando el primer año cobrarán un importe mensual de $1.800. Una suma que irá en aumento de acuerdo progrese en sus estudios. Así, los que estén en segundo año cobrarán $2.200, $2.900 en tercero, $3.800 en cuarto y finalmente, $4.900 en quinto. Valores que se ajustarán de acuerdo a si la carrera escogida tiene una duración de tres a cinco años.
Los requisitos para acceder son similares a otras líneas existentes. Los postulantes deben ser mayores de 18 años, contar con DNI argentino o naturalizado y no adeudar materias del ciclo secundario. Además deberán estar inscriptos o cursando alguna de las carreras de enfermería disponibles en su ciudad, ya sea de carácter de licenciatura universitaria, profesorado o técnico, siempre y cuando cuenten con habilitación oficial.
Además deberán cumplir con dos etapas de evaluación. La primera de carácter socioeconómico en la que se constate que no el postulante o su grupo familiar no perciben remuneraciones o ingresos superiores a tres salarios mínimos vitales y móviles, es decir, un total de $28.500. Una cifra para la que se tendrán en cuenta la suma de las remuneraciones brutas de los trabajadores en relación de dependencia registrados, la asignación familiar por maternidad o maternidad down, con exclusión de las horas extras; el plus por zona desfavorable y el sueldo anual complementario; las rentas de referencia de los trabajadores autónomos y monotributistas; los haberes de jubilación y pensión, al monto de la prestación por desempleo y las sumas brutas originadas en prestaciones contributivas y/o no contributivas de cualquier índole.
Quedarán excluidos todos aquellos postulantes que ya cuenten con algún tipo de beca o financiamiento de estudios, ya sea proveniente del Estado, universidades o fundaciones. Tampoco podrán acceder quienes ya estén cursando la carrera pero que su desempeño académico no sea el adecuado y tengan un atraso de hasta dos años en el cumplimiento del plan de estudios.
Una vez recibida la beca, deberán asegurarse de no quedar libres por faltas y aprobar al menos el 50% de las materias por cada año académico.
Por Jesús Sanchez.