La mujer recibió un disparo en el cuello en un presunto ajuste de cuentas y permanece en coma farmacológico. Los médicos no pudieron salvar a su bebé en gestación por su crítico estado de salud.
La joven de 22 años que el domingo último fue baleada en el cuello en la localidad bonaerense de Loma Hermosa perdió su embarazo en las últimas horas y continúa internada en grave estado, informaron fuentes médicas.
Según el último parte médico difundido esta mañana a las 8.30 en la puerta del hospital Bocalandro, Yamila Leila Nápoli. de 22 años, permanece en coma farmacológico y debido a su estado no se pudo hacer nada para salvar su embarazo.
«Las cirugías eran necesarias», sostuvo el médico José Luis Tortosa, al explicar que la joven debió ser operada nuevamente ayer y que, tras esa intervención, se confirmó mediante una ecografía que el bebé no tenía signos vitales.
Sobre el pronóstico de la paciente, el médico dijo que los próximos cinco días serán clave en la recuperación, aunque aclaró que se trata de «un proceso que recién empieza».
El ataque fue cometido el domingo último, alrededor de las 14.30, frente a un quiosco ubicado en calle San Martín al 7900, entre Belgrano y Alvear, en el barrio UTA de Lomas del Mirador.
Según relató la pareja de la víctima, Germán Daniel Villagra de 27 años, tras el episodio, él y Nápoli iban a bordo de una motocicleta y se detuvieron a comprar algo en un kiosco antes de ir a la casa de su hermano.
El muchacho dijo que estaba en el quiosco cuando oyó un disparo y, al salir del local, halló a su novia tirada en la vereda, con un tiro en el cuello y junto a la moto, dijeron los informantes.
Si bien inicialmente en base a ese testimonio la policía de la seccional 5ta. de Billinghurst y el fiscal de turno de San Martín, Carlos Insaurralde, trabajaron en la pista del robo, con las primeras diligencias no pudo constatarse la versión dada por Villagra, ya que sólo se localizó a un testigo que dijo haber visto cuando dos hombres escaparon en una moto roja, aunque no advirtió que hayan querido robar.
Con el correr de las horas, se sumó otro testigo, el hermano de Villagra, quien aseguró que la pareja había sufrido ataques previos y amenazas que no fueron oficialmente denunciadas, motivo por el cual la pista del robo comenzó a diluirse y se orienta a una posible venganza.