
@jorgecicu
Este 7 de mayo se cumplen cien años del nacimiento de Eva Duarte de Perón. Murió joven, a los 33 años. Fueron suficientes para convertirse en “la abanderada de los humildes”, en “la jefa espiritual de la Nación”, en simple y maravillosamente “ Evita”. “Cumple la Subsecretaría de Informaciones el penosísimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20:25 horas ha fallecido la señora Eva Perón, jefa espiritual de la Nación”, se escuchó en las radios del país el 26 de julio de 1952. Treinta palabras que desgarraron corazones y provocaron lágrimas. Se apagó su cuerpo, nunca su alma ni su recuerdo.
Desde Los Toldos
Nació el 7 de mayo de 1919. Su madre, Juana Ibarguren, ya tenía cuatro hijos: Elisa, Blanca, Juan y Erminda. Su padre -acorde a su tiempo-, era un conservador que llegó a Los Toldos para administrar un campo que había arrendado, pero que mantenía otra familia en Chivilcoy, pues de su unión con Adela D’Huart, contaba con varios hijos. La llegada del radicalismo al poder -presidencia de Yrigoyen-, hizo declinar la influencia conservadora y esto arrastró a Juan Duarte, quien comenzó a tener dificultades económicas. Los problemas para la familia se agravan con la muerte de Duarte, en un accidente automovilístico en enero de 1926. ¿Cuántas veces, al dar una máquina de coser desde la Fundación, Evita habrá pensado en su madre? En esa imagen de Doña Juana quien, para subsistir, pasaba horas cosiendo para afuera. Eran tiempos de sacrificios. Por eso, buscando un mejor horizonte económico, la familia se traslada a Junín, donde Eva termina su escolaridad primaria.
Luego llega el cine y el radioteatro. Deberá esperar hasta 1944 para tener un papel más importante en “La Cabalgata del Circo”, junto a Hugo del Carril. Esa chica que llegó de Los Toldos, se había abierto camino en la gran ciudad. Eva Duarte había triunfado. Pero la historia le deparaba otro papel, el más importante. Convertirse en Evita.
El encuentro
Una tragedia cambió todo. El 15 de enero de 1944, un terremoto destruye casi por completo la ciudad de San Juan, dejando unos siete mil muertos. El entonces secretario de Trabajo y Previsión, coronel Juan Domingo Perón, organiza las colectas para los damnificados, de la que participan los artistas más populares. Invitación que llega a Evita. El 22 de enero, en el gran festival en el Luna Park, se encuentran. Y no vuelven a separarse. La historia arrolla todo. Es así que apenas unos 9 meses después –el 17 de octubre-, nace un nuevo líder popular, aclamado en la Plaza de Mayo. Y una mujer lo acompaña, lo apuntala. Pero con una impronta propia. Evita no estaba a la sombra de Perón. Estaba a su par. Eso se destacó en la campaña electoral para las elecciones de 1946, nunca hasta entonces la esposa de un candidato había tenido un papel tan protagónico.
Porque Evita no sólo luchó para obtener el voto femenino, su pensamiento le otorgaba un protagonismo a la mujer que superaba en mucho el simple hecho de votar. La Fundación Evita fue la obra en la que conjugó su ideario político con la acción. Dio salud, trabajo, comida, vivienda, juguetes, ayuda de todo tipo al humilde. Transformó el tradicional concepto de beneficencia. Borró esa palabra para acuñar un concepto: justicia social.
A la eternidad
Para el movimiento obrero estaba todo claro. En 1951 Perón debía ir por la reelección y acompañado por Evita en la fórmula presidencial. Eran indivisibles. Gran parte del pueblo consideraba a Perón su líder indiscutido. Y amaba a Evita. Se lo hizo saber en la multitudinaria concentración del 22 de agosto en la 9 de Julio, en ese Cabildo Abierto del Justicialismo. A espaldas de lo que era entonces el edificio del Ministerio de Obras Públicas. Ese mismo donde hoy están los gigantes rostros de Evita, diseñador por el artista plástico Eduardo Santoro. “Con Evita, con Evita”, gritaba la multitud. Pero su enfermedad terminal –y también el recelo de parte de las Fuerzas Armadas-, la llevó al renunciamiento histórico. “Compañeros, quiero comunicar al pueblo argentino mi decisión irrevocable y definitiva de renunciar al honor con que los trabajadores y el pueblo de mi patria quisieron honrarme en el histórico cabildo abierto del 22 de agosto”, se escuchó el 31 de agosto, por la cadena nacional de radiodifusión.

