
El histórico entrenador de Boca había sido internado en su domicilio con pronóstico reservado.
El mundo Boca, y del fútbol argentino en general, atraviesa un momento de profundo dolor tras el fallecimiento del histórico entrenador Miguel Ángel Russo, quien había sida internado en su domicilio luego de un fuerte cuadro de debilidad con pronóstico reservado.
Su deceso fue confirmado este lunes tras haber sido hospitalizado desde principio de septiembre por breves periodos. Primero, fue internado en el Instituto Fleni por una infección urinaria y luego debió realizarse una serie de estudios por su estado de salud.
Según trascendió, miembros del cuerpo técnico visitaron al entrenador durante la jornada del lunes e incluso los referentes del cuadro xeneize intentaron acercarse hasta la casa del DT. Sin embargo, dicha reunión no recibió la autorización médica por lo que no pudo llevarse a cabo.
Luego del triunfo de Boca ante Aldosivi por 2-0, Hugo Gottardi, ex ayudante de Russo, observó el estado de salud del DT. “Lo veo muy cansado. Ayer lo miraba sentado y viste… Llevar a Boca en la espalda es como arrastrar un camión. Es duro. Él viene de una enfermedad y está bien… Para mí, está bien, pero lo veo demacrado. Miguel está luchando en muchos frentes”, había expresado en declaraciones para Radio del Plata.
Como entrenador, Russo inició su carrera en el elenco granate en 1989 y, dentro del fútbol local, tuvo paso por el “Pincha”, Rosario Central, San Lorenzo, Vélez, Racing, entre otros, y con tres ciclos en Boca en los que logró alzarse con el título más importante del continente en 2007, salió campeón de la Liga Profesional en 2020 y campeón de la Copa Argentina en la misma temporada.