El clima en la Selección parecía haberse calmado tras las turbulencias sufridas en el Mundial de Rusia y todos los coletazos que generó la salida de Jorge Sampaoli. Pero en medio de la calma del interinato de Lionel Scaloni fue Mauro Icardi el rompió el molde y abrió la grieta.
“Cuando vine antes a la Selección no sentía esto que siento hoy. No había tanto compañerismo ni tanta amistad. Ahora somos todos jóvenes, arrancamos de abajo y queremos dar el máximo”, disparó el delantero tras el triunfo 2-0 ante México en Mendoza.
La frase del goleador del Inter le echó leña a un fuego que se creía apagado. Y enseguida encontró respuesta de uno de los referentes de la selección en los últimos tiempos, Sergio Romero.
El arquero, convocado para los amistosos contra México pero que no jugó ni un minuto, le contestó a Icardi.
“Teníamos una mochila muy pesada y cuando la responsabilidad recae en cinco, seis, siete u ocho jugadores se hace muy difícil. Es complicado que tuvieran una sonrisa cuando sabían que los iban a apuntar”, advirtió Chiquito en defensa de sus compañeros, ahora relegados.
Y arremetió: “Yo era uno de ellos. Lamentablemente se dio así, pero quizá fue por la situación que vivíamos como grupo. Si él (por Icardi) lo vivió de esa manera es una lástima, porque podría haber aprovechado o disfrutado a un enganche como Messi (Lionel), quien te puede meter una pelota en cualquier momento, al Kun (por Sergio Agüero) o a cualquiera”.
Así se escribe un nuevo capítulo en la interna del seleccionado. Justo cuando se pensaba que la era Scaloni lograba enderezar el rumbo y pensar en un futuro con armonía.