Turing Robotics es una compañía misteriosa que en 2015 lanzó al mercado un teléfono móvil con características internas y un diseño nada peculiares que quedó olvidado en parte por ir relativamente por delante de su tiempo: cargadores magnéticos, cifrado completo, pantalla casi total, etc.
La compañía vuelve a la carga con el HubblePhone, en honor al telescopio que a su vez recoge el nombre del famoso astrónomo estadounidense. El diseño es increíblemente futurista pero también con una serie de características que nos llevan al pasado de la época dorada de los teléfonos japoneses, en una combinación sin precedentes hasta la fecha.
HubblePhone.
Cuenta, o mejor dicho contaría, en el caso de que llegue a convertirse en un producto definitivo, con un sistema de pantalla doble muy ingenioso a la par que complejo. Por un lado cuenta con una pantalla tradicional que hace de tapa externa enganchada por un eje rotatorio al cuerpo principal que contiene los componentes internos principales.
El cuerpo principal está recubierto de una pantalla curva que acapara un lateral de forma completa, incluyendo en la bisagra superior y el marco inferior. El prototipo presentado incluye una muesca lateral, un “notch” similar al del iPhone X y otros modelos, que aloja cámaras secundarias y sensores. No queda claro por qué este teléfono necesitaría más cámaras teniendo una tan potente en la bisagra principal.
El prototipo del HubblePhone. (Turing Robotics)
El lateral es aún más arriesgado o fuera de lo común: incluye una rueda de, aparentemente, control de volumen y dos botones que podrían tratarse del encendido. Turing no especifica las funciones. El diseño está ideado por Paavo Pietola, un veterano finlandés de la industria móvil que ha trabajado para Nokia y Ericsson, y que cuenta con su propio estudio de diseño en el que trabaja en proyectos de múltiple índole para clientes de todo el mundo.
El prototipo del HubblePhone. (Turing Robotics)
Los creadores de la compañía quieren fundar el proyecto con una ronda de financiación de criptomonedas y presentar el modelo a principios de 2020. Una fecha que se antoja muy poco probable para un equipo con este nivel de recursos y un proyecto tan ambicioso. Tendrán que trabajar con fabricantes de componentes para crear piezas que hoy no existen, y hacerlo de forma consistente.
El precio estimado por la compañía cuando llegue al mercado europeo —si lo hace— será de 2.360 euros aproximadamente. Un precio que a pesar de ser alto parece ser lo menos desorbitado de todo el proyecto, a pesar de todo.
Fuente: La Vanguardia