Después de la explosión en la Primaria N° 49 de Moreno, en la que murieron la vicedirectora Sandra Calamano y el auxiliar Rubén Rodríguez, los directivos escolares de ese distrito decidieron que el lunes no abrirán los colegios del Partido.
La decisión fue tomada en una reunión que se llevó a cabo el sábado a la mañana en la Media N° 2 de Moreno. Determinaron «la suspensión de clases a partir del lunes» por tiempo indefinido hasta que estén garantizadas las condiciones de seguridad para volver a las aulas en ese distrito del Oeste del Conurbano bonaerense.
Los directores anunciaron la medida a través de un comunicado con 16 puntos que leyeron ante los medios. A la vez, aseguraron que en un «plan de contingencia» buscarán garantizar actividades pedagógicas y la continuidad de los servicios de los comedores, para no perjudicar a los chicos.
Los docentes afirmaron que ningún establecimiento está en condiciones de recibir a los chicos y que la tragedia del miércoles «podría volver a pasar en cualquier momento». Además, piden que las autoridades provinciales se hagan cargo de inspeccionar y habilitar los edificios. Además, el martes realizarán un abrazo a la Primaria 49 y marcharán a una fiscalía para exigir que se investigue «la cadena de responsabilidad política» de lo sucedido.
«Fue una decisión de los directores autoconvocados. Por primera vez nos juntamos todos, porque no queremos que esto se repita y sabemos que con el estado actual de las escuelas puede volver a suceder una tragedia», afirma una de las autoridades de una Primaria de Moreno que participó el viernes y el sábado en las reuniones que se llevaron a cabo en la Media N°2 de esa localidad.

Último adiós a Sandra Calamano y Rubén Ridríguez, víctimas de la explosión en una escuela de Moreno
Allí se juntaron docentes de todos los niveles y decidieron que el lunes no abrirán. La medida abarca al nivel inicial, primario, superior, a las escuelas especiales y a la de estética, donde el año pasado se cayó el techo un salón.
«La situación edilicia es crítica en todas las escuelas. En la mía, tengo el tablero eléctrico dentro de un aula donde cursan nenes de 11 años. Ese salón tiene filtraciones cada vez que llueve», explica el docente, que prefiere que no se publique su nombre.

El entierro de Sandra, la vicedirectora que murió por la explosión. Foto: Mario Sayes.
Ante esa situación, acordaron buscar lugares alternativos para dar clases. Aseguran que no suspenderán las actividades ni los comedores, pero que cada establecimiento se las arreglará para no hacerlo dentro de la escuela hasta que no estén dadas las condiciones de infraestructura necesarias. Estiman que esta situación se prolongará al menos por una semana, pero sostienen que dependerá de la respuesta de las autoridades provinciales que están a cargo de los arreglos de los colegios.
En varias instituciones ya están avisando a las familias que reprogramarán las fechas de mesas de examen, entre otras actividades curriculares.