La emotiva despedida, a la que asistieron amigos, familiares, colegas y seguidores, se realizó en la Universidad de Cambridge, Inglaterra, donde el científico trabajó durante más de 50 años.
Este sábado se le rindió un emocionante homenaje en Cambridge al astrofísico británico Stephen Hawking, cuyo genio científico y discapacidad física lo convirtieron en una personalidad mundialmente conocida.
Las exequias de este ateo convencido se celebraron en la intimidad en la iglesia St Mary the Great de la Universidad de Cambridge, en el este de Inglaterra, cerca del Gonville and Caius College donde trabajó durante más de 50 años.
La multitud congregada alrededor de la iglesia aplaudió la llegada del féretro, transportado por seis miembros de la universidad de Cambridge y recubierto por lirios blancos y rosas blancas representando el universo y la estrella polar. La campana de la iglesia sonó 76 veces, uno por cada año de vida de Hawking.
» Stephen Hawking fue una especie de figura emblemática para la humanidad. Sus realizaciones científicas son increíbles» así como «su capacidad para comunicar con el público», aseguró a la AFP el matemático neozelandés Mike Meylan, que estaba entre el público.
Tuvo una «gran influencia (…) en la manera en que la gente ve la ciencia y el mundo en el que vivimos», reiteró el abogado Trevor Angle, recordando cómo este científico logró llevar la ciencia al público en general.
«La vida y el trabajo de nuestro padre significó muchas cosas para mucha gente, religiosa y no religiosa. Por eso, la ceremonia será inclusiva y tradicional, reflejando la amplitud y diversidad de su vida», indicaron sus hijos, Lucy, Robert y Tim, en un comunicado. Su influencia vivirá «para siempre».
Entre las cerca de 500 personas familiares y amigos invitados en la ceremonia figuraron numerosos famosos, como el guitarrista de Queen y astrofísico Brian May y su mujer la actriz Anita Dobson, la modelo británica Lily Cole, diplomada de Cambridge, y la productora de cine Barbara Broccoli.
El astrofísico Martin Rees, un colega de Stephen Hawking, y el actor Eddie Redmayne, que ganó un Oscar por haber encarnado al famoso científico en la película «La teoría del todo» en 2014, leyeron un texto durante la ceremonia.
Su hijo mayor Robert y la profesora Fay Dowker, una de sus ex estudiantes, pronunciaron los elogios fúnebres. «Su influencia y su herencia vivirán para siempre», dijo Dowker durante su intervención.
Stephen Hawking, famoso por sus estudios sobre el universo, falleció mientras dormía en su domicilio de Cambridge el 14 de marzo, a los 76 años de edad, suscitando homenajes poco frecuentes para un científico, entre ellos los de la reina Isabel II de Inglaterra y del ex presidente estadounidense Barack Obama.
Miles de personas se acercaron a la facultad de Gonville and Caius para firmar el libro de condolencias del científico, que supo llegar a muchos lectores con su obra de divulgación «Breve historia del tiempo», publicada en 1988. Su fama lo llevó a aparecer en la serie de ciencia ficción «Star Trek» y tenía incluso su personaje en «Los Simpson».
Hawking desafió las predicciones de los médicos que, en 1964, le dieron sólo un par de años de vida después de diagnosticarle una forma atípica de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad que ataca las neuronas motoras encargadas de controlar los movimientos voluntarios y que lo condenó durante décadas a una silla de ruedas.
La enfermedad le fue dejando progresivamente paralizado, hasta el punto de que solo podía comunicarse a través de un ordenador que interpretaba sus gestos faciales gracias al único músculo que controlaba, el de la mejilla.
Otro genio del Siglo XX
En ese cuerpo aquejado por la enfermedad residía una mente extremadamente brillante, fascinada por la esencia del universo, por su proceso de formación y por la forma en que podría terminar. Su trabajo se centró en unir la relatividad (la naturaleza del espacio y del tiempo) y la teoría cuántica (la física de lo más pequeño) para explicar la creación y el funcionamiento del cosmos.
Tras el funeral privado, Stephen Hawking recibirá un homenaje más amplio el 15 de junio, cuando sus cenizas serán enterradas en la abadía londinense de Westminster junto a otro gigante de las ciencias, Isaac Newton.
En la abadía de Westminster están inhumados los reyes y las reinas, así como hombres y mujeres ilustres.
Nacido el 8 de enero de 1942, exactamente 300 años después de la muerte de Galileo, Hawking se convirtió, a los 32 años, en uno de los miembros más jóvenes de la Royal Society, la institución científica más prestigiosa del Reino Unido.
En 1979, fue nombrado titular de la prestigiosa Cátedra Lucasiana de la Universidad de Cambridge, centro al que llegó procedente de la Universidad de Oxford para estudiar astronomía teórica y cosmología.