Miguel Angel Russo (65 años) quería seguir. Resistía con el convencimiento de que podía dar vuelta la historia, con la zanahoria de la Copa Argentina (está en cuartos de final). Pero los diez partidos seguidos sin ganar (incluidos los dos polémicos con el Mineiro), el equipo sin rumbo, casi sin crear chances, lo sentenciaron. Y el Consejo de Fútbol, liderado por el vice Riquelme, tomó la decisión. No va más como entrenador de Boca. ¿Y quién agarra?
Campeón de la Libertadores 2007, Russo había vuelto después de mucho de la mano de Riquelme. Había puesto la casa en orden, le arañó un título a River, cortó la mala racha contra el rival de toda la vida… pero el equipo no levanta, se aleja mucho en el torneo local (está anteúltimo, a un punto de Central y Vélez) y no hay perspectiva de cambio. Entonces el Consejo, clave también en el armado del plantel, decide que se vaya, darle un corte ahora.
Se fueron muchos jugadores. Llegaron otros para este semestre, pero ninguna figura. Y Russo, como a lo largo de todo el ciclo, no encontró un rumbo, una identidad, un equipo, el que había aparecido en el primer semestre de 2020, cuando fue campeón ganando muchos partidos y le sacó el título a River.
Ni el triunfo por penales contra River, por Copa Argentina, le dio aire a Russo: al toque empató de local con Argentinos y ahora perdió contra Estudiantes, en ambos partidos jugando muy mal. Y hubo cambios, como los del domingo, sobre el final del partido, que encendieron más las alarmas de un equipo sin rumbo.
El Patrón Bermúdez, una de las voces habituales del Consejo, siempre dijo que el técnico dependía de resultados. Y en este caso se confirma: resultados más falta de juego. ¿Y ahora qué? El sábado se viene Patronato y dirigirá Sebastián Battaglia (40 años), que está en la Reserva y estuvo en los partidos contra Banfield y San Lorenzo con los chicos en Primera (el plantel estaba aislado luego del viaje a Brasil).
LA CONFERENCIA DE RUSSO DEL DOMINGO
La salida de Russo es para intentar mejorar a tiempo, cuando Boca se va desarmando en el torneo y se aleja de la chance de la clasificación a la Libertadores. El único camino posible parece ser ganar la Copa Argentina, está a tres partidos y jugaría con Patronato el 8 de septiembre.
Claro que el adiós de Russo no implica que los problemas se terminen. Porque se sabe, se huele, un descontento grande de los hinchas incluso con el Consejo por el plantel que se armó y por otras decisiones. Así que esto descomprime, pero debe empezar a reconstruirse desde lo futbolístico y también con menos ruido afuera, como el que hubo con casos como los de Villa o Cardona.
Así arranca Boca hoy una semana futbolera sin fútbol. Sin el DT muy querido, que alguna vez le dio una Libertadores, que le dio alegrías en este ciclo de pocos más de un año y medio, Y se suma uno de la casa, el que supo jugar con Juan Román y todos quienes hoy están en el Consejo. Es tuyo, Battaglia. Y hay un nombre que siempre gustó, que es el de Jorge Almirón, quien en febrero dejó el Elche. Pero esa será otra historia…