En Argentina, la epidemia de dengue afecta de forma homogénea a personas que tienen entre 15 y 65 años. Sin embargo, hay también casos de bebés, niñas, niños y adolescentes que han sido afectados por la infección.
El dengue se trata de una enfermedad causada por un virus y transmitida por mosquitos. Sus síntomas más frecuentes son fiebre alta, un importante dolor en las articulaciones y músculos, y un intenso dolor de cabeza sin congestión nasal.
Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona que ya está enferma de dengue y luego pica a otras personas, les transmite esta enfermedad. El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría, el Comité de Infectología compartió 7 recomendaciones para proteger a bebés, niñas, niños y adolescentes contra el dengue. Advirtieron que existen algunas confusiones sobre la enfermedad que interfieren con la adopción de medidas adecuadas por parte de las familias.
1- Las infancias pueden contagiarse de dengue
A veces se tiende a creer que el dengue afecta más a los adultos. Sin embargo, desde los bebés hasta los adolescentes también pueden adquirir la infección por el virus del dengue.
El contagio solo se produce porque bebés, niños y adolescentes pueden sufrir la picadura de mosquitos infectados con el virus. La enfermedad no se transmite directamente de una persona a otra, ni a través de objetos, ni de la leche materna.
2- Todo recipiente, incluso una tapita, puede ser criadero de mosquitos
“A veces las familias piensan más en los repelentes cuando los chicos salen al aire libre que en las acciones de prevención en las casas. Sin embargo, ambos tipos de comportamientos son necesarios para la prevención del dengue”, dijo Gabriela Tapponnier, médica infectóloga Pediatra y secretaria del comité de infectología de la SAP.
El dengue se transmite por mosquitos que viven dentro o en los alrededores de los edificios en ciudades y áreas suburbanas. “Se suele creer que se necesita un recipiente con un gran volumen de agua para que haya mosquitos. Pero en una simple tapita puede haber mosquitos y larvas”, alertó la experta. También latas, barriles o tanques, llantas descartadas, floreros, y cualquier otros recipientes que contengan agua.
3- Los chicos deben salir con repelentes al aire libre
Los productos que contienen DEET son los repelentes más eficaces contra los mosquitos. Los expertos sugieren usar repelentes con concentraciones menores al 30% de DEET en niños mayores de dos meses de edad. “No se recomienda el uso de DEET en bebés menores de dos meses”, aclararon los expertos.
4 – Usar tul o redes en cochecitos de bebés
Se debería consultar al médico cuál es la protección adecuada para un bebé. Además, para proteger la cuna o cochecito del bebé es imprescindible usar redecillas o tules protectores para mosquitos cuando salga a pasear al aire libre, señaló la SAP.
5- Prestar atención al momento en que se usan los repelentes
Cuando se usa repelente en un niño, una persona adulta debe aplicarlo en sus manos para después frotarlo al chico. No se debe permitir que los niños pequeños se apliquen a sí mismos el repelente.
Se debe evitar aplicarlo en los ojos y la boca del niño, y usar cuidadosamente alrededor de sus oídos. No se debe aplicar en las manos de los pequeños porque podría llevárselas a la boca. Ni tampoco debe ser aplicado en piel irritada, cortada o quemada. En tanto, no se deben utilizar repelentes asociados a protectores solares en la misma formulación.
6- Tener en cuenta el tiempo de duración de cada repelente
“A veces se aplica el repelente una sola vez en los niños. Pero los efectos de cada repelente pueden tener diferentes tiempos de duración”, afirmó la experta. Algunos vienen en spray, crema y gel, y duran entre 1 y 3 horas. Hay también en aerosol que duran 6 horas.
“Tener en cuenta la duración es importante para saber cuándo hay que renovar la aplicación del repelente en niños y adolescentes”, sostuvo Tapponnier.
7- Si se usa aceite de citronella, considerar que su efecto puede ser limitado
El aceite de citronella es un extracto de los derivados terpénicos presentes en distintas especies vegetales. Se puede usar como repelente en los niños. “Los principales inconvenientes de este compuesto son su limitado efecto como repelente y que no tiene una acción duradera en el tiempo”, de acuerdo con la SAP.
Existen insecticidas, como la cipermetrina, que se pueden usar dentro y fuera de la casa para ahuyentar moscas y mosquitos. Vienen en diferentes formas. Pero desde la SAP insisten en que la mejor medida es la prevención en áreas con presencia del mosquito transmisor de la enfermedad.
Hay que eliminar los envases artificiales que acumulan agua donde el mosquito pone sus huevos. Eso eliminará los huevos y larvas del mosquito y reducirá el número de mosquitos en el hogar.