Ni populistas ni neoliberales. Ni ortodoxos ni keynesianos. Casi sin excepción, los políticos criollos adhieren a la teoría marxista. No a la de Carlos Marx, el filósofo alemán que redactó el Manifiesto Comunista, sino a Groucho, el cómico neoyorkino que dijo: “Estos son mis principios. Si no le gustan tengo estos otros”.
La cuestión es que en los países aburridos la gente sabe con demasiada anticipación qué día se vota cada cargo, desde el Presidente hasta el administrador de un consorcio. Acá te ofrecen pura adrenalina:cambian las reglas en medio del proceso electoral.
Juan Schiaretti, recontra-adelantó las elecciones en Córdoba: de junio a mayo.
Si el que maneja las fechas a su antojo es acusado por sus adversarios de forzar las normas para correrles el arco, les responde que se trata de una costumbre bien argenta. Y sólo les queda ir a llorarle a Gianni Infantino en la FIFA.
Como otras veces, en este 2019 los peronistas hicieron punta con el adelantamiento de las elecciones en muchas de sus provincias, para despegarlas de la presidencial. Después se sumó el resto de la oposición.
Sergio Casas llamó a referéndum para su re-reelección el 20 de enero, si es posible a la hora de la siesta riojana.
Hay gobernadores que estaban habilitados para anticipar comicios, pero se animaron a más. El cordobés Juan Schiaretti hizo cambiar una ley para mandarlas de junio a mayo. El tucumanoJuan Manzur consiguió que -a través de una fuerza aliada- la Corte local le permita saltear la Constitución, que fija la elección en agosto, para pasarla también a mayo. En el lote están Entre Ríos, San Juan, La Pampa, Neuquén, Santa Fe, Río Negro y pronto seguirán las firmas.
El gobernador de Chubut vetó una ley para unificar con la Nación y ya cambió dos veces la fecha anticipada. “Ahora dicen” que se vota el 9 de junio. La Justicia dirá. Mariano Arcioni funge de amigo de Sergio Massa.
María Eugenia Vidal se despojó del mote de Heidi y busca anticipar la elección bonaerense, pese a que siempre fueron unificadas.
La manía es transversal y no tiene distinción de género: la catamarqueña Lucía Corpacci anuló las PASO de prepo para beneficio propio.
Todos empezaron hablando del efecto bola de nieve y terminaron admitiendo maniobras para protegerse de una polarización Macri-Cristina. Tanto es el pavor que estarían dispuestos a convocar con otro calendario. Aunque les costaría ponerse de acuerdo entre el calendario maya, el lunar o el horóscopo chino.
Jaime Durán Barba está a punto de imponer el método ecuatoriano de definir las internas de Cambiemos por encuestas, contra la historia radical de contar los porotos en elecciones.
En el torneo de picardías, el rionegrino Alberto Weretilneck (que desde que sucumbió el chachismo se quedó sin partido) va por un tercer mandato pese a que su Carta Magna permite dos.
Pero el número uno en eso de la re-reelección es Sergio Casas.Neomenemista y cultor de la consigna del Mayo francés “La imaginación al poder”, hará un referéndum para preguntar algo así como “¿Usted está de acuerdo con violar la Constitución?”. Llamó para el 20 de enero, cuando La Rioja no baja de 40 grados, y si es posible a la hora de la siesta.
En Cambiemos, tal vez por ser oficialistas, las cosas son más claras. Para cumplir con el título de la alianza, prometen cambios. En Capital, donde las elecciones se hacían desdobladas, Horacio Rodríguez Larreta impuso una ley para poder unificarlas. En provincia de Buenos Aires, que siempre votó junto a la Nación, María Eugenia Vidal quiere adelantarlas. Por las dudas, Heidi abre el paraguas.
Nicolás Maquiavelo escribió en El Príncipe que «el fin justifica los medios. Frase de cabecera de los pólíticos argentos.
Del lado radical, los vientos pueden ir para un lado o para el otro, según lo que el mendocino Alfredo Cornejo y el jujeño Gerardo Morales terminen negociando con el Presidente. Dicen que esta vez no piden cargos. Lo cierto es que entre los campeones de la democracia y el internismo hay quienes proponen dirimir candidatos con el método ecuatoriano de las encuestas. En Córdoba y otros lares juega de referí Jaime Durán Barba.
Con este panorama, el formoseño Gildo Insfrán, símbolo feudal -gobierna desde 1995-, asoma como el más prolijito: avisó de entrada que unifica. Sólo le queda espera cuántos paraguayos cruzan el Pilcomayo para votarlo.
Sergio Massa propone que en Provincia adelanten los intendentes y recita que nunca se fue del PJ, como decía Aníbal Trolio «siempre estoy llegando».
Alicia Kirchner tampoco altera la fecha. Ni el sistema electoral. Con la ley de lemas, en Santa Cruz gobierna el que obtenga menos votos. Otro que unifica es el salteño Juan Manuel Urtubey, anotado a presidente. Predicó que su voto electrónico no podía mezclarse con el papel, pero lo olvidó. Cabeza de novio.
Para demostrar que los virajes en el aire no son patrimonio de los gobernadores, Martín Lousteau anduvo diciendo que no es de Cambiemos, pero que podría ir de candidato a presidente, a senador o a jefe de Gobierno porteño en las PASO de… Cambiemos.
Martín Lousteau no se siente dentro de Cambiemos, pero asegura que puede ir a las PASO contra Macri o contra Larreta.
Mientras Sergio Massa -dicen que se fue del PJ, pero como diría Aníbal Troilo, siempre está llegando- pidió desdoblar la elección en Provincia…pero la de intendentes. De Cristina Kirchner podría decirse que deshoja la margarita, si no fuera que Margarita Stolbizer duda entre armar un polo de centroizquierda o meterse en la interna del peronismo.
Los Hermanos Marx, con Harpo, el mudo del grupo, en el centro.
Al fin de cuentas, esta columna no lleva moraleja, como en las fábulas, sino un colmo, como en los chistes. En un país hiperpresidencialista, las elecciones a Presidente son las únicas inamovibles: 11 de agosto (PASO), 27 de octubre (primera vuelta) y 24 de noviembre (balotaje).
Visto y considerando todo lo narrado, la conclusión correspondía dejarla en manos de Nicolás Maquiavelo, que nunca pudo ver una película de los Hermanos Marx, pero dijo que “el fin justifica los medios”. Sin embargo, para ser coherentes le daremos la última palabra a uno de esos cómicos neoyorkinos.. El problema es que el que tenía más gracia era mudo.