El cuantioso episodio se produjo a raíz de un descuido o “falla humana”, en un predio perteneciente a la firma “El Aguacero”, que se dedica al negocio de acopio, remates ferias y producción agropecuaria.
“Tengo 51 años, trabajo desde que soy chico. Estudié y volví. He tenido situaciones de que se queden sin agua, pero no una catástrofe así”, señaló Santiago Bertin, ingeniero agrónomo y propietario, aún en shock por lo acontecido, según publica el Diario La Nación.
Al aparecer, un hombre que trabajaba como encargado pidió extender durante dos días sus jornadas de franco y recibió la autorización. Al parecer el tanque tenía 30.000 litros para seis días y cuando se vació el molino no siguió sacando agua para cargarlo. Estiban que se produjo una rotura que no fue advertida a tiempo.
Del total de los animales en el predio, apenas se salvaron 14 vacunos.